Sueño del viernes 19 de abril de 2019.
En
el trabajo de oficina se suspendieron labores de repente. Alguien gritó que
había una contingencia y nos mantuviéramos alerta. Esperamos a que el elevador, situado en el área de fiscalización, llegara
al piso para averiguar de qué se trataba. Cuando por fin llegó, se abrieron sus puertas y salió un
hombre mayor, blanco, casi calvo, tipo Anthony Hopkins, quien caminó por el pasillo
entre los empleados, traía una espada o machete, y elegía a su paso a algún
compañero como rehén. (Entre el sueño y la vigilia escuché la voz de J,
llamándome una vez, me levanté).
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