Sueño del viernes 27 de noviembre de 2015.
Entre 2 casas. Una fiesta de
quince años en ciernes. Ya estaba el vestido, había que arreglar la casa.
Limpiamos bien un cuarto con estantes llenos de libros,- tenía que hablar sobre algunas novelas y escogí 3 del mismo autor en distintas editoriales-, discos
compactos y una escalera, porque cruzando la puerta estaba como un sótano,
aunque bien se podía saltar.
Fui a la casa de mi abuelita Áurea. En un cajón me topé con una crema para la chicongunia. Tenía que
apurarme, no sabía si contaba con medias. Vi a una joven bonita de cabello
negro, con un vestido blanco floreado. Eran mis quince años.
J. tomó un camión de bomberos.
Nos subimos con él los niños y yo. Bajamos y nos adentramos en una reunión. Nos
presentamos y en un instante perdí de vista a J. y a los niños. Salí cuando escuché
sonar las sirenas y caminé hasta llegar adonde estaba un niño tirado en una
banqueta rodeado de curiosos, no supe si era JC o no.
Había una jovencita carnicera que
manejaba bien las armas, tenía mucha fuerza y buen pulso, pero era cruel e
injusta, mataba por matar, lanzaba cuchillos a mujeres, hombres y niños,
sembrando temor. Cómo era esa niña, una güera bonita; alguien tenía que
detenerla. En una escena vi que mató a un hombre y luego una mujer iba
caminando hacia ella y la joven le lanzó con fuerza un cuchillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario