Sueño del domingo 21 de junio de 2013.
En una institución, un hombre y
yo nos topábamos y chocaban nuestras formas de ser. Luego nos fuimos acercando
y un día, en una reunión, en medio de los otros, nos abrazamos y lloramos. Me
asusté cuando JC me preguntó qué estábamos haciendo y al levantar los rostros
vio nuestras lágrimas, él se levantó a buscar a alguien, otro hombre. Evidente
su interés, la ausencia de él lo mortificaba. Las circunstancias nos empujaban.
Tras un beso, yo le dije que tenía miedo de enamorarme, y él me contestó que no
lo tuviera, que sólo me dejara llevar (todo un clásico). Los escenarios
cambiaban, estábamos en otros países, y me veía llamando a X, y él a mí. En otro
lugar, me separé de mis compañeros y busqué un apartado. Me miré en un espejo,
analizaba mis sentimientos, preguntándome qué pasaría si hiciera esto o si
hiciera aquello, cuando me llamó la atención a cierta distancia la figura de un
hombre de negro, y hasta enfoqué mejor la mirada pero ya no lo vi, entonces me
aparté y vi al hombre esta vez corriendo hacia mí y fui a avisarle a los demás que
corrieran, ¡corran, corran!, grité, “viene para acá”, y una de las mujeres me
dijo que fuéramos en dirección al río ,que ahí no nos iba a alcanzar.
La mamá de X me había dicho que
se había desvelado toda la noche. Le pregunté a X si se acordaba y cantinfleé,
no pude decir nada coherente. Pregunté si era posible tomar descanso, platicar
en medio de, luego vi a alguien, y cerré la puerta para no ver tanta sangre.
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