Sueño del domingo julio de 2015.
Entro a la casa de Álamo y lo
primero que miro es la pared manchada de rojo, no logro definir si es sangre o
salsa cuando en un santiamén Carlos sale de la cocina y cruza la sala trastabillando,
miro su expresión que va de un rictus de dolor al de risa.
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